Tus ojos.

Tus ojos despegan de centros inmensurables de emoción y espiral, son como nebulosas eternas, chocan con los míos como estrellas; se forman de pronto en el agujero negro del confuso rencuentro del amor; a mi me han dejado invertebrada, Cecil en mi roca.

Tus ojos luminosos errantes estremecen mi nebulosa de sombrero, se quiere unir a la tuya, quieren choques en tus ojos de estrella, quieren completar algo nuevo.

Los caminos espirales de mi pelo van a lado de tus líneas ondulantes, sin que tú te des cuenta, buscan tus ojos, la armonía que siento, porque tus ojos son como miel clara.

Veo en tus ojos lo que no veo y lo que no veo en el cielo, veo y veo lo que tanto quiero, veo lo tranquilo y bondadoso de los ciclos, del agua y del nutriente; veo, y veo en tus ojos a la arena con valor, a las plantas reviviendo.

Tus ojos son luces de caminos donde todos ven hacia lo tonto, tú ves lo bello, ves con esos ojos al todo como un todo, al todo como algo bello.