domingo, 31 de mayo de 2009

Del dialogo a la pertenencia (el mío, las atracciones) -hasta con los inertes me metí.

Por el oído se metieron arañitas de pasados
Todo recuerda algo ya vivido con otras caras.
Un incendio de preguntas rojas
Un deshiele de respuestas volteadas

Existen las palabras y existen los distintos aventares de imágenes por boca.
Imaginemos cuantos lares
Dividamos cada uno
Intensifiquemos con gestos la realidad adentrada.
-¿a caso sabemos hacer otra cosa?

Tenemos la pertenencia,
Un supuesto don, solo nos da acercamientos a nosotros mismos.

Por naturaleza la posesión,
Identificaciones (espejos).

Cuando en el momento me encuentro no me doy cuenta de la normalidad de todo; ni aquella mujer, ni aquel hombre.
Caemos en el oxido del viejo hierro.

Nos carcomemos por “amor”,
Nos carcomemos por pertenencia.
Por el mío siempre.

Hablamos de nuevo por la bocina con pelo,
Vuelves entonces a confirmar tu suceso hasta que alguien lo crea (hasta que alguien lo “entienda”).

Que al fin y al cavo es el mismo pero diferente.
Que al fin y al cavo es la naturaleza del planeta.

Caos, circulo, centro, uniones...todo hace el amor y se deja...todo se entiende porque aquí se tiene la vista.

Pero que decimos de los muertos
Que decimos de los que no tienen ojos

-se unen, se explotan, dan origen a nuevos...
¡Reproducción!. Necesaria. Normalisima; Por lo tanto mágica; si pensaran también cuestionarían el amor (unión, pertenencia, reproducción de nuevo) Y si hablaran tratarían de reproducir sus imágenes a otros
(Es la única manera que conozco de dialogo)
El tiempo les parecería nada y el momento algo nuevo,
Pero imaginarían el futuro de las decisiones.

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