Empuja la mano y golpéala hacia lo frío, toma por lo menos todo lo que plazca a la rozadura de los cristales. Últimamente si levantas a mi cuerpo con tus brazos de árbol , o tus ramas de trébol me enloquezco, y quien sabe si yo no te valla querer apuñalar con golpes de raíz. Y Mira que viene un gato y nos mira. Tiene solamente un ojo muy grande y quiere que me hagas cosas feas, pero ese tipo de polvos que causan estornudos me parecen bastante buenos, hay que dejar que el ojo del gato disfrute tanto ajetreo,
Y es que lo que pasa que después de haberte dicho y pedido pura sinceridad, tu me ves con cara de hambre y decides comerme por la boca.
Se que te morías por hacerlo y que el gato del ojo amarillo se moría por verlo
Por mi parte solamente puedo decir: muy bien y que valiente.
(Se escuchan rizas y ajetreo de viseras)
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